Igual hemos exagerado. Bueno, igual no, porque Carcassonne, en la región francesa de Occitania, tiene el honor de albergar una ciudadela amurallada que posiblemente sea la más bonita de Europa.
El aspecto actual no es el mismo que vivió la Edad Media ya que fue restaurada en el siglo XIX pero eso no fue impedimento para ser declarada Patrimonio de la Humanidad y ser hoy uno de los lugares más visitados de Francia.
En Carcassonne no solo podemos visitar su famosa Ciudadela. Allí también hay otros lugares que no te puedes perder.
Qué visitar en la Carcassonne en un día
Paseo por la Cité de Carcassonne
La Cité es como se conoce en francés a la mayor ciudad fortificada de Europa. Visitar este lugar es el principal motivo para viajar a Carcassonne. Se encuentra junto al Río Aude y es un conjunto amurallado que ha vivido diferentes conflictos a lo largo de los siglos.
Pasear por las callejuelas del interior de su doble muralla disfrutando de sus edificios, de su ambiente y de sus puestos artesanales y otras tiendas turísticas es una experiencia única, aunque en algunas épocas del año puede resultar agobiante por la cantidad de turistas que recibe.
Incluso dejar el coche en alguno de sus amplios aparcamientos puede ser misión imposible. Por eso, lo mejor es visitarla fuera de las épocas más turísticas o alojarse en la propia ciudad para poder disfrutarla casi en solitario al amanecer o a última hora de la tarde cuando las riadas de turistas ya se han ido.
Antes de entrar en la Ciudadela, lo mejor es disfrutar de sus murallas y torres. La muralla interior tiene zonas que datan del siglo III, en época de los romanos mientras que la muralla exterior data del siglo XIII. Entre ambas murallas hay un espacio llano que facilitaba la defensa de la ciudad.
Ahora sí, es momento de entrar y disfrutar de su interior. A continuación, te contamos lo mejor que ver en La Cité.
Las puertas de La Cité. Porte Narbonnaisse y Porte Aude
Estas dos son las principales puertas de acceso a La Cité, aunque no son las únicas.
La más conocida, y sin duda la más monumental e impactante, es la Porte Narbonnaisse, situada junto a los aparcamientos principales y el cementerio que hay junto a ella. Se trata de una puerta formada por dos torres en tres niveles frente a las cuáles hay un puente levadizo.
Porte Aude es otra de las entradas a La Cité, situada en el otro extremo de la misma. El acceso por estar puerta es más complicado por estar entre murallas y escaleras pero resulta también muy interesante.
Al norte y al sur se encuentran otras dos puertas, menos monumentales que las anteriores.
Chateau Comtal
Cerca de Porte Aude se encuentra el Castillo Condal pegado a una parte de las murallas y vigilando la ciudadela desde que se construyera en el siglo XII.
El Castillo dispone de sus propias murallas y se accede a él a través de un puente que conduce a su interior desde el gran patio que hay tras la puerta de entrada al mismo.
Visitar el castillo, que perteneció a los Trencavel, vizcondes de Carcassonne, es posible pagando una entrada pero las colas suelen ser largas por lo que hay que armarse de paciencia.
Pero resulta curioso ver una fortaleza en el interior de otra fortaleza.
La Basílica de Saint-Nazaire
También muy cerca de Porte Aude se encuentra la que fue la antigua catedral de Carcassonne, la Basílica de Saint-Nazaire.
Se construyó en el siglo XI en el mismo lugar donde existía una catedral carolingia y es una auténtica joya del gótico aunque en su origen fue un templo románico pero que sufrió diversas modificaciones posteriores. Ambos estilos conviven en la basílica.
El imponente exterior que podemos admirar hoy es obra de la resturación del siglo XIX con unas vidrieras espectaculares y diversas esculturas. En el interior podemos ver diversas esculturas entre las que destaca una de Juana de Arco.
El claustro de la basílica fue demolido a finales del siglo XVIII y hoy en día es un teatro al aire libre.
Otros lugares que visitar en Carcassonne
Sí, hay vida más allá de La Cité, aunque hay que decir que la mayoría de turistas que llegan a Carcassonne se quedan únicamente con la Ciudadela. Pero si se dispone de tiempo suficiente es recomendable visitar también la Bastida de San Luis, nombre con el que se conoce a la parte más moderna de la ciudad.
Ambas partes se encuentran unidas por el Puente Viejo, que cruza el Río Aude y que fue construido en el siglo XIV. Desde él se tienen también unas estupendas vistas de La Cité.
En el interior de la parte moderna se encuentra la Catedral de Saint-Michel, el principal monumento de esta zona. Es un templo gótico del siglo XIII pero que tiene el rango de catedral desde el XVIII cuando sustituyó a la Basílica de Saint-Nazaire.
Tampoco hay que perderse la Iglesia de San Vicente ni el Canal du Midi, el canal navegable que une Toulouse con el Mediterráneo. Es el más antiguo de Europa y es también Patrimonio de la Humanidad.
Puedes encontrar más información en la página oficial de turismo de Carcassonne.
Debido a que en nuestra visita se encontraba lloviendo y no pudimos hacer fotos de calidad, en este artículo hemos utilizado fotos de wikipedia.org.
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